Con una base integral, podemos añadir toda clase de verduras frescas, tomate natural y un buen queso semi graso. Recuerda que la pizza original suele ser muy sencilla, así que te recomendamos no añadir demasiados ingredientes, si no quieres alejarte de ese toque tradicional. Dependiendo del gusto de cada cual, no obstante, se le pueden añadir, entre otros ingredientes, cebolla, aceitunas, alcachofa, jamón cocido o serrano, pavo, o huevo, duro o a la plancha, como complemento proteico y aderezarla con hierbas aromáticas como orégano o albahaca y, por supuesto, un buen chorrito de AOVE. ¡Anímate a plasmar en una pizza la riqueza y calidad de los productos de nuestra tierra!